viernes, 9 de diciembre de 2011

Julio Vizcarrondo y Coronado

                       Julio de Vizcarrondo y Coronado
                
(S. Juan de Puerto Rico, 9/XII/1829 - Madrid, 1889)


Hacendado que por su actividad abolicionista en Puerto Rico, fue desterrado en 1850, refugiándose en los Estados Unidos. De vuelta en 1854 continuó luchando contra la esclavitud y liberó a sus esclavos, sufriendo diferentes persecuciones. Escribió varios libros relacionados con la cultura, la historia y la geografía de Puerto Rico. En 1863 se trasladó a España.
En Madrid fundó el 2 de abril de 1865, la Sociedad Abolicionista Española, cuyo órgano de prensa, “El Abolicionista español”, apareció en Madrid, el 15 de julio de 1865.
La Sociedad Abolicionista se extendió por las grandes ciudades de España y organizó un certamen literario que ganó Concepción Arenal. En 1866 el gobierno de Narváez ordenó su cierre y el de su periódico.
Como militante del partido republicano participó en la organización de la Revolución de 1868, teniendo que exiliarse al ser descubierto. Regresó al triunfar la Revolución, siendo elegido miembro del Comité Republicano de Madrid.
Volvió a organizar la Sociedad Abolicionista, dando a su periódico el nombre de “La Propaganda” hasta que en octubre de 1872 recuperó su primitivo nombre de “El Abolicionista Español” que mantuvo hasta que dejó de publicarse en 1876.
Fue un triunfo de Vizcarrondo y la Sociedad Abolicionista Española, la promulgación el 4 de julio de 1870 de la ley Moret o de “vientres libres”. No consiguió que prosperase la petición de la Junta de la Sociedad Abolicionista, el 22 de setiembre de 1872, al Senado, de una ley de abolición de la esclavitud en Cuba y en Puerto Rico, teniendo que conformarse con la abolición en esta última isla, el 22 de marzo de 1873.
Con la Restauración se limitó la libertad de actuación de la Sociedad Abolicionista hasta que la recuperó en 1880. Aquel año, el 13 de febrero de 1880, se aprobó la abolición gradual de la esclavitud, reemplazada por un Patronato contra cuyas limitaciones siguió combatiendo la Sociedad Abolicionista. El 7 de octubre de 1886 se suprimió finalmente el Patronato y el último vestigio de la esclavitud. Logrado su objetivo, la Sociedad Abolicionista Española se disolvió en 1888, habiendo mantenido Vizcarrondo el cargo de Secretario en todas las Juntas.
Otras facetas de Julio de Vizcarrondo que merecen destacarse son la de haber sido diputado autonomista por Puerto Rico desde 1886 hasta su fallecimiento en 1889 y que como presidente del Comité Central de la Unión Evangélica Española consiguiese del Alcalde de Madrid el permiso para la realización de cultos evangélicos públicos el 24 de enero de 1869. Además su actividad en labores de beneficencia fue continuada, destacando el haber fundado el Hospital de los Amigos de los Pobres, la Sociedad Protectora de los Niños y otras asociaciones benéficas
. A su muerte trabajaba en el proyecto de construcción de un hospital de niños incurables.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Aventuras en Diciembre

Ven con toda la familia; descubriremos los castillos ocultos de San Juan y maniobras con armas antiguas.

Nos encontraremos en el parque Muñoz Rivera frente al edificio de los archivos generales a las 11:00 am el Domingo 4 de Dicembre.

Asegura tu reservaciones y mas informacion al tel 787-754-6539. Traer sombrero, agua y provisiones.

ATENCION: profesores y estudiantes de escuelas intermedias, superior y universitarios, estamos ofreciendo la aventura al encuentro de tesoros ocultos, cañones antiguos ocultos, ademas maniobras y disparos de replicas de armas antiguas. De lunes a viernes, organiza tu grupo, comunicate:
Capitan Coraje tel 787-754-6539 , email jortajr@hotmail.com

Corsarios del Caribe es una organizacion puertorriqueña, comunitaria sin fines de lucro de recreacion historica. "Artesanos recreadores de la historia" : Nuestra misión es preservar y rescatar el valor historico, cultural y educativo de nuestro glorioso pasado. Nos dedicamos a la recreacion historica, ademas de la presencia en actos y homenajes meritorios de instituciones culturales, comunitarias, cívicas y educativas WEB  corsarios.multiply.com

jueves, 17 de noviembre de 2011

Ceiba de la Libertad

Existe en San  Germán un árbol viviente que representa un hecho importante, nos referimos a la Ceiba de la Libertad, sembrada en el cerro que se lleva su nombre recordando la ocasión cuando se le otorgó a Puerto Rico (noviembre de 1897) la Carta Autonómica; los sangermeños celebraron un Te Deum en la Iglesia Parroquial (te damos gracias) a Dios por este logro y luego organizaron un desfile que culminó en esta loma donde el 18 de febrero de 1898 sembraron la Ceiba.  Está ubicada en terrenos de la Familia Almodóvar hacia el noroeste del pueblo, muy cerca de la calle Esperanza.

miércoles, 19 de octubre de 2011

LOS CASTILLOS OCULTOS DE SAN JUAN

Actividad educativa/familiar. Domingo 23 DE OCTUBRE 10:00 am.
VAMOS A DESCUBRIR LOS CASTILLOS OCULTOS DE SAN JUAN, ADEMAS MANIOBRAS CON ARMAS ANTIGUAS.
**PARA INFORMACION Y CONFIRMAR ASITENCIA ENVIE EMAIL JORTAJR@HOTMAIL.COM

Una aventura historica: una experiencia en la que participa toda la familia.

ATENCION: profesores y estudiantes de escuelas intermedias, superior y universitarios, estamos ofreciendo la aventura al encuentro de tesoros ocultos, cañones antiguos ocultos, ademas maniobras y disparos de replicas de armas antiguas. De lunes a viernes, organiza tu grupo, comunicate:
Capitan Coraje tel 787-754-6539 , email jortajr@hotmail.com

Corsarios del Caribe es una organizacion puertorriqueña, comunitaria sin fines de lucro de recreacion historica. "Artesanos recreadores de la historia" : Nuestra misión es preservar y rescatar el valor historico, cultural y educativo de nuestro glorioso pasado. Nos dedicamos a la recreacion historica, ademas de la presencia en actos y homenajes meritorios de instituciones culturales, comunitarias, cívicas y educativas.
VISITE Y REGISTRESE EN NUESTRO WEB http://corsarios.multiply.com/

martes, 4 de octubre de 2011

Tuque el Manatí Regresa al Sur de Puerto Ric

  Tuque el manatí regresa a su hogar. Tuque es un manatí huérfano que se rescató en septiembre del 2005 en el sector El Tuque de Ponce y ya culminó con su proceso de adaptación y rehabilitación.

 El jóven manatí fue puesto en un área cercada en la playa de Punta Salinas, Toa Baja en abril de 2010 para acostumbrarse al mar y a alimentarse de yerbas marinas, pero quedó libre prematuramente, cuando el huracán Earl, el 1 de septiembre del 2010 rompió la cerca que mantenía a Tuque en semi-cautiverio. Desde entonces, Tuque se mueve libremente entre los ríos y las costas de Toa Baja y Dorado. El proceso de liberación y adaptación al mar ha sido exitoso por lo que Tuque ya está listo para regresar al sur de Puerto Rico.

“Entendemos que Tuque debe regresar lo más cerca a su lugar de origen, por que los manatíes del norte son genéticamente diferentes a los del sur, y debemos evitar intervenir con los procesos naturales de la población,” explicó Edwin Muñiz, Director de la Oficina de Servicios Ecológicos del Caribe, del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre.

El doctor Antonio Mignucci, director del Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico en la Universidad Interamericana, explicó que se escogió transferir al manatí al Estuario de la Bahía de Jobos y Mar Negro en los municipios de Guayama y Salinas. “La Bahía de Jobos y Mar Negro son de los lugares más importantes para manatíes en nuestra isla y donde la población es mayor,” explicó el también profesor de la Universidad Interamericana. “Queremos brindarle a Tuque las mejores oportunidades de interaccionar con otros manatíes y que a su tiempo se pueda reproducir con su subpoblación particular,” elaboró Mignucci.

El personal del Centro intentará capturar a Tuque el 5 de octubre de 2011, pero si no se logra capturarlo antes del medio día, se pospondría el traslado para el día siguiente. La incertidumbre del proceso se debe a condiciones variables del tiempo, y el difícil acceso a las áreas naturales que Tuque visita.

“La sobrevivencia de Tuque depende en gran medida del apoyo del público y usuarios recreativos de la Bahia de Jobos y del Mar Negro”, dijo Carmen González, directora de de la Reserva Nacional de Investigación del Estuario de Bahía de Jobos, manejado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA). “Queremos que la comunidad de Las Mareas sepa que este estuario es un recurso extraordinario que forma parte de su comunidad y que sostiene a especies tan importantes como Tuque”, explicó González.

Para fomentar el apoderamiento comunitario, personal del Centro de Conservación de Manatíes y de la Reserva de Jobos se han reunido con pescadores y la organización sin fines de lucro, Iniciativa de Codesarrollo de la Bahía de Jobos, quienes tienen un acuerdo formal de comanejo con el DRNA. Los pescadores de las villas pesqueras del área proveerán su experiencia como buenos observadores para reportar avistamientos de Tuque junto a otros manatíes y ayudaran con sus embarcaciones para el monitoreo de Tuque durante un año.

También se ofreció una charla a la Escuela Bilingüe Las Mareas en la que el doctor Mignucci junto a estudiantes de la Universidad Interamericana y personal de la Reserva, les regaló y dedicó copias del libro “El manatí de Puerto Rico” a los niños y les habló de la importancia de proteger al joven manatí, particularmente de botes y jetskies manejados a alta velocidad y de no alimentar u ofrecerle agua al nuevo vecino que pronto se mudará al vecindario.

“A medida que los niños, maestros y líderes comunitarios se convierten en parte integral de la relocalización de Tuque a su lugar de origen, las personas desarrollan un sentido de pertenencia y apego por los recursos naturales, que es lo que necesitamos en muchas de las áreas sensitivas y valiosas del país” añadió Daniel J. Galán Kercadó, Secretario del DRNA.

Tuque llevará un radio-transmisor de satelite, el cual le dejará saber a los científicos de sus movimientos diarios. Conjunto al monitoreo por parte del personal del Centro y de la Reserva, la información de los residentes y usuarios de estas costas ayudará a entender mejor el proceso de re-introducción de esta especie en peligro de extinción y a brindarle de todas las oportunidades para que sobreviva. Aquellos que avisten a Tuque y su radio-transmsior, pueden informarlo en la página de web www.manatipr.org.

lunes, 26 de septiembre de 2011

LOS CASTILLOS OCULTOS DE SAN JUAN


SABADO 8 DE OCTUBRE VAMOS A DESCUBRIR LOS CASTILLOS OCULTOS DE SAN JUAN, 10 AM.

 ADEMAS MANIOBRAS CON ARMAS ANTIGUAS.

**PARA INFORMACION Y CONFIRMAR ASITENCIA ENVIE

EMAIL JORTAJR@HOTMAIL.COM -

CONTACTO:CAPITAN CORAJE: TEL 787 754-6539

viernes, 19 de agosto de 2011

Descubre los tesoros ocultos de San Juan

Descubre los tesoros ocultos de San Juan
Sabado 3 de Septiembre del 2011
Recorrido por calles de San Juan al encuentro de tesoros ocultos, cañones antiguos ocultos, ademas maniobras y disparos de replicas de armas antiguas.
Informacion y reservacion al email jortajr@hotma
il.com.
***IMPORTANTE: Reservacion se aceptara hasta el 30 de Agosto
 ( despues de esta fecha no aceptaremos reserva
ciones )

viernes, 12 de agosto de 2011

El combate del Asomante (Aibonito) 12 de agosto de 1898

             El combate del Asomante (Aibonito)
                  12 de agosto de 1898


10:30 am. Salen del campamento de Coamo, por la Carretera Central hacia Aibonito, las tropas norteamaricanas de la brigada del Mayor General Oswald Herbert Ernst.(1)

1:15 pm. Después de marchar por unas 3 horas cubriendo 8 km (5 millas) la artillería y la infantería norteamericana formadas en columna se aproximan a la Casa del Caminero.

1:15-1:30 pm. El Capitán Ricardo Hernaiz(1) es notificado por sus vigías del avance enemigo y que éste se acerca a la Casa d
el Caminero. Tras solicitar permiso para disparar y así adelantarse a los americanos antes de que tomen posiciones, abre fuego con sus 2 cañones.( Cañónes de montaña de 8 cm. Modelo Plasencia 1874-76.)


1:30-2:00 pm. Al explotar cerca las granadas españolas, los norteamericanos forman batería de cañones a la dere
cha del camino rompen el fuego dirigiéndolo contra lo alto del Asomante en un intento de destruir la batería de Hernaiz. Durante 30 minutos sigue el cañoneo, intenso por parte de los norteamericanos y más bien lento por el lado español, ante el temor de quedarse sin municiones. La infantería americana se protege en las cunetas de la carretera, la Casa del Caminero y en los accidentes del terreno, pero al igual que la española, no interviene por ahora en el combate siendo sólo un duelo de cañones.

2:00-2:45 pm. Uno de los cañones de Hernaiz sufre una avería y el otro se recalienta por lo que durante 45 minutos, en lo que se repara uno y se enfría el otro, cesa el fuego por parte de los españoles. Los norteamericanos creen que han silenciado los cañones enemigos y continúa con sus disparos para tratar de desalojarlos d
el área.

2:45- 5:00 pm. Con sus cañones en servicio nuevamente Hernaiz reanuda los disparos. Los infantes españoles, que están tras las trincheras sin participar en el combate, cada vez que una granada explota sobre las posiciones norteamericanas aplauden y victorean. Hernaiz, medio en broma y medio en serio, les indica
que algunas descargas de los fusiles Mauser le serían de más beneficio que los aplausos de sus hombres. Todas las compañías presentes hacen fuego. Aquella súbita lluvia de balas que se une ahora a los cañonazos de Hernaiz toma por sorpresa a los artilleros norteamericanos, creando gran confusión. Durante algunos minutos todos buscan refugio donde pueden, abandonando los cañones.

 Los norteamericanos, temiendo perder sus cañones ordenan a sus hombres que los enganchen a los caballos y se retiren del lugar. Bajo las descargas de fusil y los cañonazos, los artilleros norteamericanos tratan de recuperar sus cañones. El oficial Hains es gravemente herido de un balazo de Mauser y es puesto a cubierto valientemente por el sargento John Long, mientras 4 de los cañones son enganchados a los caballos y a todo galope puestos a salvo en un recodo del camino muy por detrás de la Casa del Caminero.

  Los norteamericanos tratan de retirar los 2 cañones que quedan pero una granada explota entre los caballos matando a uno e hiriendo a otro. Esta granada también deja sin vida al cabo Oscar Swanson. Soldados de infantería también acuden a ayudar a los artilleros y algunos son heridos y otro muerto, Al final, los 2 últimos cañones tiene que ser arrastrados por los propios hombres para ponerlos a cubierto. Durante el fuego de fusilería por descargas se distingue el capitán Pedro Lara quien parado sobre las trincheras, con los gemelos en una mano dirige el fuego con los movimientos de su bastón.

5:00 pm. Los defensores del Asomante suspenden el fuego cuando los norteamericanos despliegan una bandera de la Cruz Roja. Estos últimos recogen sus heridos y muertos y con sus cañones se retiran a Coamo.


(1)- Mayor General James Harrison Wilson. Nace en Illinois en 1837. Se gradua en la Academia de West Point en 1860. Participa en la Guerra Civil donde adquiere el rango de mayor general de Voluntarios en 1863. En 1865 durante la campaña de Georgia captura a Jefferson Davis a la sazón Presidente de los Estados Confederados. En 1898 toma parte en la campaña de Puerto Rico siendo el jefe máximo de las tropas de voluntarios que toman Ponce, Juana Díaz, Coamo y que son detenidas, por los cañones de Hernaiz.

(2)- Capitán Ricardo Hernaiz. Capitán de artillería destacado en las alturas del Asomante. Con sólo 2 pequeños cañones Plasencia de 8 cm, mantuvo un duelo de artillería con las tropas del capitán Potts. Estos cañones, más los disparos de los fusiles Mauser, detuvieron el avance americano el 12 de agosto de 1898 en el combate del Asomante.Cuenta Hernaiz de este hecho: "...las avanzadas americanas, que ocultas en las cunetas de la carretera nos hostilizaban con fuego individual, fuego que más tarde arreció tanto que tuve la necesidad de desmontar el anteojo de la batería, porque llovían las balas que era un contento...".


Fuente: El combate del Asomante: http://home.coqui.net/sarrasin/combate.asomante.htm

miércoles, 10 de agosto de 2011

8 de agosto de 1511

  El 8 de agosto de 1511, el Papa Julio II creó la Diócesis de San Juan Bautista, mediante la bula Romanus Pontifex. Se cumplió el Quinto Centenario de esta significativa efeméride, la fundación de la Iglesia en Puerto Rico.

 De las tres diócesis que se crearon mediante la bula Romanus Pontifex en 1511, la de San Juan fue la primera en recibir a su obispo, Don Alonso Manso, el 25 de diciembre de 1512. Por lo que se puede decir, de alguna manera, que la evangelización en América comenzó por Puerto Rico.

 Puerto Rico se convirtió en el primer país habitado por un Obispo y quien pastoreó la Isla hasta su muerte en el 1539.(1)

 La Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico (en latín: Archidioecesis Sancti Ioannis Portorricencis) fue creada como la Diócesis de Puerto Rico por el Papa Julio II mediante la bula "Romanus Pontifex" en 1511. Fue de las primeras tres diócesis creadas en las Américas, jun
to con la Arquidiócesis de Santo Domingo y Concepción de la Vega. El primer obispo, Alonso Manso, llego en 1512. Su sede es la Catedral Metropolitana de San Juan.  En 1519 su jurisdicción fue ampliada para incluir a todas las Antillas menores y parte de la costa de Venezuela hasta la desembocadura del río Orinoco, conservando estos territorios hasta 1790, aunque las islas menores se fueron perdiendo a medida que fueron ocupadas por otros países.Es elevada a Arquidiocesis por el Papa Juan XXIII en 1960.(2)

 Oficialmente, la Iglesia Católica fue fundada como institución en la Isla en 1511, mediante la bula Romanus Pontifex emitida por el Papa Julio II, con la cual se estableció la Diócesis de Puerto Rico, dependiente de la diócesis andaluza de Sevilla. En 1512, se fundó la primera iglesia en el primer asentamiento español de la Isla, llamado ‘Caparra’. El primer obispo lo fue Alonso Manso, quien también fue el primer Inquisidor General de las Indias.

 Desde los inicios de la conquista y mediante los pactos de derecho canónico del Patronato Real y el Concordato la corona española y la Santa Sede quedaron ligadas en la empresa colonial, de manera que la Iglesia cedía autoridad a los Reyes Católicos, quienes fungirían como una especie de delegados o vicarios del pontificado en América. En esta relación simbiótica, la Corona estaba llamada a proveer todo lo necesario para el establecimiento y mantenimiento de la Iglesia en América. Los sacerdotes y las instituciones religiosas apoyarían las gestiones del Estado y su misión en las Indias, fundando escuelas, hospitales y asilos de beneficencia. La fe católica conformaba la única religión permitida bajo la corona española.(3)


(1) EL VISITANTE DE PUERTO RICO -El Cardenal frente a la historia-Escrito por Verónica Cruz Pillich-Martes, 02 de Agosto de 2011
(2) WIKIPEDIA
(3) Religión en Puerto Rico-Fundación Educativa Héctor A. García

viernes, 5 de agosto de 2011

La Guerra Hispano Americana en Puerto Rico 5 de Agosto de 1898; Fajardo

La Guerra Hispano Americana en Puerto Rico 5 de Agosto de 1898; Fajardo

El capitán del Amphitrite Charles J. Barclay y sus hombres toman el pueblo de Fajardo a solicitud del Dr. Santiago Veve Calzada -3:00 pm (aprox). Las tropas americanas se retiran a sus barcos quedando un nuevo gobierno de puertorriqueños al mando del pueblo.

Cronología:
Retiradas las tropas españolas de Fajardo, el pueblo es presa de la excitación. Hay temor entre los habitantes españoles y prominentes del pueblo por lo que les pueda suceder si algún sector de la población se rebela.

8:00 am: El Dr. Santiago Veve Calzada marcha por el camino hasta el faro y por medicación de un teniente se entrevista, abordo del Amphitrite, con su capitán J. Barclay y el capitán Rodger a cargo de todas las fuerzas navales presentes en el área. En esta entrevista el Dr. Veve pide a los americanos que tomen a Fajardo, ya que teme que haya represalias de las clases populares contra los ciudadanos españoles y los de las clases prom
inentes.

El capitán Rodger permite que el transporte Leyden con 14 infantes de marina, al mando del capitán Barclay y el alférez Albert Campbell, entren al puerto de Fajardo  En el puerto se apoderan de la Aduana donde izan la bandera americana y mantienen en sus puestos al administrador de la misma, Angel García Veve, y a los empleados José Ruiz, Antonio Vizcarrondo y Julio Torres, todos ellos peninsulares.

3:00 pm: Llegan la comitiva del Dr. Veve y los infantes de marina a la Casa Alcaldía de Fajardo izando en ella la 2da bandera americana.

6:00 - 8:00 pm: Reunidos los infantes de marina y funcionarios municipales en la Alcaldía de Fajardo, el capitán Barclay nombra al Dr. Veve como gobernador militar de la región oriental de Puerto Rico y confirma a los funcionarios municipales en sus puestos después de jurar lealtad a la bandera americana. Entre estos funcionarios estaban el alcalde, Cristóbal Andréu, y el Juez municipal, Antonio R. Barceló, quién levantó un acta de la llegada de las fuerzas americanas a Fajardo. El Capitán de Puerto, el a
lferez de navío José Lanuza (peninsular), no juró lealtad pero continuó en su puesto sin ser molestado y después del armisticio sería el último funcionario español en abandonar Fajardo el 30 de septiembre. Se constituye también una fuerza puertorriqueña llamada Milicia Ciudadana al mando de Prisco Vizcarrondo, la cual es armada con los fusiles que habían dejado los voluntarios. La pequeña fuerza americana se retira al Leyden que volverá donde los demás barcos, detrás de los islotes, quedando sólo para la defensa de la ciudad de Fajardo la Milicia Ciudadana de reciente creación.


Por la noche llegan continuos rumores de que una expedición española al mando del teniente coronel puertorriqueño Francisco Sánchez Apellániz, comandante militar de Humacao, se disponía a marchar sobre la ciudad. Estas noticias alarman a la población y más aun cuando el mismo Dr. Veve y Vizcarrondo propalan la idea de que los españoles castigarán duramente a todos los ciudadanos si capturan Fajardo. Apellániz, que s
e aprestaba a caer sobre la ciudad para capturar a Veve y al resto de los sediciosos, es detenido en su intento a última hora por el coronel Camó, jefe del Estado Mayor.

6 agosto am: El gobernador Macías ordena a su ayudante de campo, el coronel Pedro del Pino, que con hombres del batallón Patria, del 3ro. Provisional, 20 Guardias Civiles y la guerrilla de la 3ra. Provisional al mando del teniente Rafael Colorado (alrededor de 250 soldados) marchen desde Hato Rey sobre Fajardo


domingo, 24 de julio de 2011

Don Abelardo Diaz Alfaro

  Don Abelardo Diaz Alfaro; El más famoso cuentista criollista que ha producido la literatura puertorriqueña nació en Caguas el 24 de julio de 1919. Narrador y educador recordado especialmente por sus relatos y estampas costumbristas, en los que retrató magistralmente la idiosincrasia del pueblo puertorriqueño.

 Estudió el bachillerato en el Instituto Politécnico de San Germán y prosiguió estudios de trabajo social en la Universidad de Puerto Rico. Ejerció esta profesión en varias poblaciones de la Isla y entró en contacto directo con la ruralía puertorriqueña y los problemas de sus habitantes.

Este ilustre escritor era fruto del matrimonio que formaron ministro Abelardo Díaz Morales y la educadora Asunción Alfaro Alvarado. Su infancia y su temprana adolescencia transcurrieron en Ponce.  Desde niño estuvo relacionado con la creación literaria, ya que su padre tuvo a cargo la redacción de la revista Puerto Rico Evangélico. Más adelante, Díaz Alfaro ingresa al servicio del Departamento del Trabajo, en calidad de investigador de leyes de menores y, en 1947, publica su primera colección de cuentos y estampas de la zona rural que titula Terrazo, obra que destacó a su autor como un consagrado narrador. Luego publica Mi isla soñada (1967), una colección de libretos radiofónicos que dio a conocer en la Emisora del gobierno WIPR, que fue premiada por la Sociedad de Periodistas Universitarios de Río Piedras. Sus colaboraciones han aparecido en Puerto Rico Evangélico, Alma Latina, La Democracia de Nueva York, El Mundo, la Revista del Instituto de Cultura y otras.

En 1997 Abelardo Díaz Alfaro obtiene el Galardón al Mérito Intelectual del Premio Nacional de Cultura que otorga cada cinco años el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Esta prestigiosa distinción la compartió con Myrna Báez, Justino Díaz, José "Pepito" Figueroa y Raúl García Rinaldi.

Muere en Guaynabo el 22 de julio de 1999. Sus restos se transportaron tal como él lo había pedido en una carreta tirada de bueyes, simbolizando así su querido "Josco". El cortejo fúnebre, que partió desde el Instituto de Cultura, se dirigió al camposanto del Viejo San Juan, en donde reposa. Su despedida se convirtió en un acontecimiento histórico-cultural

lunes, 11 de julio de 2011

Proximo evento

ARECIBO 1702-2011
Domingo, 7 de agosto del 2011.
 Corsarios del Caribe conmemora la historia de los
heroes de la victoria contra el ataque ingles el 5 de agosto de 1702.
Esten pendientes a mas informacion en las proximas se
manas.
Ver web:  corsarios.multiply.com

domingo, 10 de julio de 2011

Ricardo Alegría; Por siempre




Director del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Fue un antropólogo, arqueólogo, historiador, promotor, educador y defensor de la cultura puertorriqueña; Fecha de nacimiento: 14 de abril de 1921
Lugar: Viejo San Juan, Puerto Rico. Falleció el 7 de julio de 2011 en San Juan, Puerto Rico. Homenajes y funeral: 10 de julio del 2011.

domingo, 3 de julio de 2011

4 de Julio 2011 dia de la bandera Corsario

EL 4 de Julio nos encontraremos alas 11:00 am en la plaza Colon del antiguo San Juan, luego subiremos a la plaza San Jose con nuestra bandera corsario, no te lo pierdas

lunes, 27 de junio de 2011

Ciales; 27 de junio de 1822

  Con ocasión del triunfo de la revolución liberal de marzo de 1820 tras el Pronunciamiento de Riego, por Real Orden de 25 de marzo de 1820, "... le fuesen restituidos todos sus honores, y se mande colocar su nombre en el salón de Cortes como muerto en un patíbulo por la Constitución." Por su parte, ese mismo año el gobernador de Puerto Rico, general Aréstegui, dedicó al general Lacy un pueblo al que dió su nombre en recuerdo de su amor a la Libertad y a la Constitución. Posteriormente, a consecuencia del nuevo triunfo absolutista, se le cambió el nombre al pueblo por el de Ciales, nombre que enmascara su anterior significado en un anagrama. La trasposición de las letras es la siguiente: Ci-al-es, que leído en órden inverso queda Es-la-ci, equivalente a "es Lacy". En un documento de la Capitania General de Puerto Rico fechado el 27 de junio de 1822, y garantizado con la firma del Capitán General don José de Navarro, todavia se le da a Ciales el nombre de Lacy.

CAPITÁN GENERAL D. LUIS LACY Y GAUTIER
(1772 - 1817)

Ilustre general español, héroe de la Guerra de la Independencia, fusilado por haberse pronunciado a favor de la Constitución de 1812.

Nació en el campamento ciudad de San Roque, Cádiz, el 11 de enero de 1772. Procedía de dos familias irlandesa y francesa ligadas militarmente a España desde hacía varios años. En 1738 su abuelo paterno Guillermo de Lacy era coronel del Regimiento de Infantería Ultonia e inspector de los tres regimientos de Infantería irlandesa: Irlanda,
Ultonia e Hibernia. En el momento de su nacimiento, su padre, Patrick de Lacy Gould, era Sargento Mayor (comandante) de uno de los regimientos que bloqueaban por tierra la plaza de Gibraltar. La familia materna procedía de la región del Suroeste, al norte de los Pirineos, algunos de cuyos miembros habían sentado plaza en los regimientos de Infantería walona antes incluso de que la Revolución Francesa les obligase a emigrar a España. Sus tios maternos, Juan y Francisco Gautier eran oficiales del antiguo Regimiento de Infatería de Bruselas, denominadoya en aquel tiempo Regimiento de Borgoña, aunque coloquialmente era conocido como la Guardia walona.

Primeras experiencias de combate: Puerto Rico (1785) y el Rosellón (1794)

Con ocasión de una expedición a Puerto Rico en la que formaba parte el regimiento de la Guardia walona en 1785, sus tíos Juan y Francisco se llevaron a su sobrino Luis, que sentó plaza en el regimiento el 4 de noviembre de 1785 con tan solo 13 años de edad. Durante la campaña dió muestras de una inusitada intrepidez y temeridad que le llevaba a luchar siempre en primera línea, por lo que en reconocimiento de ello fue promovido el 29 de octubre de 1786 al grado de Subteniente de Infantería; tenía tan solo 14 años. De regreso a España al finalizar la guerra contra Inglaterra, llegó a su conocimiento que se estaba organizando una expedición hacia las islas Molucas. Al comprobar que no tenía plaza en ella como oficial, su espíritu aventurero le empujó a enrolarse como simple soldado, amenazando con desertar si no conseguía su propósito. Para ello marchó del Ferrol hasta Oporto, sin dinero, para embarcarse en un navío holandés. Finalmente uno de sus tíos le detuvo, convenciéndole para regresar a España, pues había ascendido a Capitán del regimiento de Ultonia.

En enero de 1794 marchó con su regimiento al ejército de operaciones contra los franceses en la zona del Rosellón, de donde regresó al firmarse la paz de Basilea. Durante las operaciones destacó por su intrépido valor en varias acciones de combate.

Desaveniencias y marcha al ejército francés (1799-1807)

El 31 de diciembre de 1798 el capitán Lacy fue destinado a las islas Canarias. Sus aventuras amorosas le indispusieron con sus jefes y a ser desterrado a la isla de Hierro. Pero su carácter violento le llevó a escribir a su superior unas cartas insultantes. Este le formó un consejo de guerra por insubordinación, y fue condenado a un año de prisión en el penal del fuerte de La Concepción de Cádiz y la expulsión del Ejército. La prisión le exaltó aun más, y al salir fue considerado loco y se le dio el retiro.

Una vez libre en 1803, en septiembre de ese mismo año marchó a Francia para alistarse en el 6º Regimiento de Infantería de Línea, recibiendo veintinueve días después el empleo de capitán de la Legión Irlandesa que estaba organizándose en Morlaix para luchar contra Alemania. Poco después de caso en Quimper con una joven del país llamada Emilia Dugueurmeur, que le siguió durante sus campañas de Berlín, Flesinga, etc. En 1807 fue nombrado jefe de batallón, y poco después recibió la orden de incorporarse a una legión destinada a España. Lacy solicitó el cambio de destino, pues no deseaba luchar en su país de origen.

Primeros combates contra los franceses (1808-09)

Al llegar a Madrid, se encontró con los sucesos del 2 de mayo de 1808; Lacy entonces se sintió verdaderamente español, desertó de su unidad francesa, se dirigió a Sevilla, se presentó ante la Junta Central y solicitó el reingreso en el Ejército español. Fue admitido con el grado de capitán. El 24 de septiembre de ese año se le ascendió a Teniente Coronel y se le asignó el mando del Batallón Ligero de Ledesma, con el que pasó a Uclés y se encontró en la acción de Bubierca del 23 de noviembre de 1808.

El 24 de enero de 1809 ascendió a Coronel, y el 3 de julio a Brigadier; tenía 37 años. Durante la guerra ostentó diversos cargos, en alguna ocasión de forma simultánea, tal y como sucedió cuando era Brigadier, que al mismo tiempo se le asignó el cargo de Subinspector de Infantería, Jefe de Estado Mayor y Comandante General de la Isla de León.

Encuadrado en el ejército del general don Juan Carlos de Areizaga, mandaba la 1ª División. El 10 de noviembre de 1809, la división de Lacy auxilió a la caballería del general Freire que, saliendo de Tembleque, desalojó de Ocaña a los franceses, que se replegaron hacia Aranjuez. Nueve dias después, el 19 de noviembre, el brigadier Lacy se convirtió en uno de los héroes de la batalla de Ocaña. Gómez Arteche afirma lo siguiente:

    "Todavía recordamos que al levantar el plano de aquel campo (Ocaña) en 1848, cuantas personas nos favorecieron con sus noticias, se hacían eco de la opinión de sus viejos convecinos que, con rara unanimidad, proclamaban a Lacy como el que más había resistido la entrada de los enemigos en Ocaña."

En una de las fases de la batalla, al realizar los generales españoles un cambio de frente para impedir los efectos de un movimiento envolvente realizado por las tropas francesas de Sebastiani, la 1ª División de Lacy se distinguió sobre las demás por la serenidad con la que maniobraron sus cuerpos en circunstancias tan críticas. En la ofensiva que siguió, el propio brigadier Lacy avanzó intrepidamente, apoderándose de dos cañones, hiriendo al general Leval y matando a uno de sus ayudantes.

Expediciones por Andalucía y Cádiz (1810)

El 16 de marzo de 1810 Lacy fue ascendido a Mariscal de Campo; tenía 38 años. En el verano de aquel año la Regencia adoptó el sistema de enviar expediciones por mar a las comarcas vecinas de Cádiz, sitiada por los franceses, para fomentar la insurrección. La primera fue mandada por el general Lacy, que embarcó el 17 de junio al frente de una columna de 3000 soldados rumbo a Ayamonte, aunque el destino real de su expedición era Algeciras. Una vez desembarcado, trató de tomar la ciudad de Ronda y fortificar ciertos puntos de la serranía, pero los refuerzos enviados por Víctor y Sebastiani impidieron su propósito y obligaron a Lacy a refugiarse en Casares. No obstante, su sola presencia bastó para infundir ánimos en los vecinos y en los jefes de las partidas de guerrilleros. Salió de Casares para atacar y recorrer la zona de Marbella, hasta que fue atacado por un numeroso contingente de tropas enemigas, que le obligó a regresar a Cádiz, donde entró el 22 de julio.

El 23 de agosto de 1810 embarcó de nuevo en Huelva al frente de otros 3000 hombres; su misión esta vez fue la de movilizar tropas enemigas frete a él e impedir que reforzasen el ejército de Massena, que estaba comprometido en Portugal frente al inglés Wellington. De regreso en Cádiz, el 29 de septiembre realizó una afortunada salida camino del puente de Zuazo, logrando destruir algunas obras de los sitiadores.

La guerra en Cataluña (1811-12)

En junio de 1811 la Regencia le nombró Capitán General de Cataluña, para sustituir al marqués de Campoverde, cuyo prestigio había sufrido un duro revés al perder la ciudad de Tarragona. El 9 de julio tomó posesión de su cargo en Vich, situando a sus tropas y a la Junta en Solsona, mientras encomendó a su segundo, don Joaquín Ibañez Cuevas, barón de Eroles, la defensa de la montaña y el monasterio de Monserrat. Al amparo de las fortalezas de Cardona y La Seo, el general Lacy emprendió la tarea de organizar y disciplinar el ejército, infundiendo nuevos ánimos al espíritu de los soldados españoles. A este fin, el 15 de julio publicó una proclama en la que, reconociendo lo crítico de las circunstancias, manifiesta tener los elementos necesarios para seguir la lucha; y el 25 de agosto declaró en un manifiesto fechado en Vich que prefería morir con el último soldado a abandonar su puesto, en contestación a ciertos rumores aparecidos sobre su hipotético abandono del Principado.

Además de ser el alma de la lucha en Cataluña durante los últimos años de la guerra, Lacy también prestó servicios para la defensa del reino de Valencia. Al tomar posesión de su cargo, envió a este reino numerosos jefes y oficiales excedentes, y 500 jinetes sin monturas. Además, con la movilidad que tenían sus tropas impidió a los franceses sacar sus tropas del Principado, pues las mantenía en un constante estado de alerta.

Antes de iniciar las operaciones puso en estado de defensa Solsona y las plazas de Cardona y La Seo, y fortificó ciertos puntos elevados de la sierra de Busa, no muy lejos de Berga, constituyendo de este modo un sitio seguro donde instruir y adiestrar a los reclutas.

En el mes de julio de 1811 rompió la línea de defensa Barcelona-Lérida establecida por los franceses, y en el mes de agosto penetró en la Cerdaña francesa por el valle de Querol. Una vez en suelo francés rechazó la fuerza que trató de oponersele e incendió varios pueblos como represalia a los incendiados por los franceses en Cataluña. En su avance llegó hasta Ax, localidad en la que entró e impuso tributos. Esta breve campaña sembró la alarma y el espanto en el territorio enemigo, y fue de un gran efecto moral en Europa, ante la cual los invadidos apareieron como invasores.

De regreso a sus cuarteles, Lacy resolvió apoderarse de las islas Medas, situadas en la desembocadura del río Ter. El 29 de agosto el barón de Eroles acompañó al coronel británico Green a un desembarco en las islas:

    "Tomaron y destruyeron el fuerte que los franceses allí tenían; los ingleses creyeron conveniente abandonarlas volando el castillo, pero Lacy, que no opinaba como ellos, se embarcó en persona (11 de septiembre), las reconquistó arrojando a los franceses, restableció el castillo, puso a las islas el nombre de la Restauración, y se volvió, dejandolas en disposición de resistir a las tentativas de los enemigos." (Modesto Lafuente)

A uno de los baluartes del castillo lo llamó Montardit, en homenaje al guerrillero del mismo nombre fusilado por los franceses.

El 4 de octubre atacó al enemigo en Igualada, causándole 200 bajas y obligándole a refugiarse en un convento de capuchinos, que después tuvieron que abandonar. Tras esta acción se presentó en Berga a la Junta del Principado, que reclamaba su presencia.

En otoño el mariscal Macdonald fue sustituido por el general Decaen en el mando de las tropas francesas en Cataluña. El nuevo general preparaba en el Ampurdan un considerable convoy para abastecer Barcelona a primeros de diciembre. Lacy decidió atacar el convoy. No pudo impedir el paso del mismo debido a la inferioridad numérica de sus tropas; sin embargo, decidió enfrentarse a las tropas de escolta del convoy en su viaje de regreso. Para ello, les esperó en las alturas de la Garriga. El general Decaen se presentó el 5 de diciembre al frente de 5000 soldados, 400 jinetes y 4 cañones. Fueron vigorosamente atacados por el general Lacy, cuyas tropas desorganizaron a los franceses, siendo perseguidos por sus subordinados Casas y Manso hasta Granollers. Los franceses se vieron obligados a dar la vuelta por San Celoni y dejar libre la ciudad y comarca de Vich.

Los éxitos de Lacy y su manera de guerrear levantaron el entusiasmo de los catalanes, y el número de guerrilleros nacidos gracias a sus esfuerzos y a los de su segundo, el barón de Eroles, hizo que los franceses no pudiesen disfrutar de un momento de tranquilidad, costándoles gran trabajo comunicarse entre sí y con Francia.

En enero de 1812 Lacy se situó en Reus, amagando atacar Tarragona. Aprovechó un descuido del general Laforce, que había sido enviado desde Tortosa para observar sus movimientos, para caer el 19 de enero sobre un batallón que el general francés había dejado en Vilaseca, copándolo por completo con su coronel, Dubarry, a la cabeza. Entonces Lacy supo que el general Decaen se dirigía desde Olot hacia Vich, y marchó hacia esta última ciudad para socorrerla. En lugar de marchar por el llano y exponerse a un combate en desventaja, se detuvo el 26 de enero en la posición de Colluspina, y al amanecer del 27 marchó hasta Moyá al ver que el enemigo no se movía. Allí supo que los franceses habían avanzado hasta Tona, Centellas y San Feliú de Codinas, por lo que Lacy se dirigió hacia esta última localidad, llegando al amanecer del 28 a la vista del enemigo. A continuación trabó un sangriento combate a resultas del cual obligó a retirarse a los franceses.

El 17 de abril un decreto de la Regencia le confirió el mando en propiedad del ejército de Cataluña con el empleo de Teniente General. Aprovechando el movimiento del enemigo hacia el campo de Tarragona y el retroceso de la división Lamarque al Ampurdán, reunió todas las tropas que pudo y el 3 de mayo marchó hacia Mataró esperando poder tomar la ciudad y su convento de capuchinos, convertido en una auténtica fortaleza por los franceses. A pesar del apoyo artillero facilitado por las naves británicas, su esfuerzo fracasó ante el regreso de la división Lamarque desde Torroella y las tropas del general Decaen desde Lérida. Ante el temor de quedar copado, Lacy se apresuró a embarcar la artillería y se retiró hacia Llinás.

Lacy y sus subordinados siguieron con sus operaciones hasta fin de año, sacando el máximo provecho de sus escasos recursos y en espera de que la escuadra anglo-siciliana llegara en su auxilio. No obstante, la escuadra marchó hacia Alicante, donde era más necesaria su presencia, siguiendo el consejo del barón de Eroles, que fue aceptado por Lacy (Hay quien afirma - Bofarull - que la escuadra no fue a Cataluña por la falta de fondos de la Junta del Principado para mantenerla). Para asegurarse el apoyo de los catalanes, en el mes de julio ordenó que cesara la requisa de los caballos, y que se pagasen al contado y según los precios convencionales los que fuesen necesarios. Las crueldades cometidas por algunos generales franceses en Cataluña, en especial las del general Henriot, gobernador de Lérida, obligaron a Lacy a fusilar prisioneros y a amenazar con mayores represalias.

Con el paso del tiempo, las relaciones entre la Junta del Principado y el general Lacy fueron agriándose, llegando al extremo de acusar al general ante la Regencia de falta de actividad. Convencida ésta de la incompatividad de uno y otra, destituyó a la Junta y aprovechó la nueva reorganización del Ejército para trasadar al general Lacy, quien entregó el mando interinamente a su segundo, el barón de Eroles, hasta la llegada del titular, el general Copons. Lacy dejó a su marcha varias plazas y fortalezas, un ejército disciplinado y unos somatenes aguerridos.

Final de la guerra en Galicia (1813-14)

En enero de 1813 la Regencia confió al general Lacy el mando de la llamada Reserva de Galicia que, según el conde de Toreno, se componía de 50.000 hombres y tenía que operar a las órdenes directas de lord Wellington. También se le nombró Capitán General de Galicia.

En ese mismo año la Logia Constitucional de la Reunión Española, primera logia masónica de Galicia, levantó en armas varias columnas. El general Lacy era miembro de esta logia, en la que alcanzó el grado de Maestro.

El general Lacy estuvo en Galicia hasta el 23 de marzo de 1814, en que tras el regreso del rey Fernando VII, solicitó irse de cuartel a Valencia para fijar su residencia en Vinaroz.

El pronunciamiento y su fusilamiento (1817)

En agosto de 1816 se encontraba de cuartel en Andalucía. En noviembre de ese año se trasladó a Cataluña, donde se puso en contacto con su antiguo subordinado, el general Milans del Bosch. Junto a él protagonizó un levantamiento conocido como el Pronunciamiento de Lacy, que se produjo el 5 de abril de 1817. El movimiento fracasó y el general Lacy fue hecho prisionero. El capitán general de Cataluña, Castaños, le instruyó un proceso y le condenó a muerte.

El general Lacy murió fusilado en los fosos del castillo de Bellber de Palma de Mallorca el 5 de julio de 1817. 

miércoles, 15 de junio de 2011

lunes, 13 de junio de 2011

Antonio Salvador Pedreira

Antonio Salvador Pedreira Pizarro nació en San Juan de Puerto Rico, el 13 de junio de 1899 y falleció el 23 de octubre de 1939, en su ciudad natal.

Se graduó de Maestro de enseñanza elemental en la Escuela Normal en 1820; luego cursó estudios de Medicina en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Por carecer de recursos económicos, debió suspender esos estudios y regresar a su patria. En 1925 se graduó de Bachiller en Artes en la Universidad de Puerto Rico, ilustrando desde ese momento a la Literatura de su país. Volvió a viajar a Nueva York y en Columbia tuvo la suerte de estudiar bajo la tutoría de Federico de Onís, quien -impresionado por el talento y el rigor académico de Antonio- le prestó su apoyo.

En 1932, Pedreira concluyó su doctorado en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid. Durante su estadía en España, estuvo en contacto con la obra de la generación del 98, y conoció un pueblo que ya se preparaba para los dramáticos eventos de la casi inminente Guerra Civil. Era una generación que se debatía entre interrogantes antagónicos y que, espiritualmente, se preparaba para matar o morir. Al regresar a su patria, el joven graduado encontraría similares y torturantes dudas, pero esta sociedad no se preparaba para la guerra sino para la paz.

Maestro antes que nada fue Pedreira. Enseñó en la Escuela Normal, luego en Columbia y, más tarde, en el Instituto de Artes y Ciencias de Brooklyn. En 1927 se incorporó al profesorado del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico, cuya dirección asumuría al año siguiente. Allí realizó su labor más fructífera. Se puede afirmar -sin temor a exagerar- que sin su presencia, la literatura puertorriqueña no hubiera alcanzado el alto nivel que hoy tiene. Quienes fueron sus alumnos atestigu
an su amor a la enseñanza, su dedicación, su honestidad intelectual y su exigencia. No se conformaba con menos que la excelencia. Y no sólo en cátedra enseñanba; toda su producción tuvo como meta educar a su pueblo.

Entre su obra se destacan: ”El periodismo en Puerto Rico, 1806-1930”, el autor cubre desde la introducción de la imprenta hasta un listado extenso de todos los periódicos de la isla durante el período estudiado; "De los nombres de Puerto Rico”; “Aristas”; “Hostos, ciudadano de América”, biografía de Eugenio María de Hostos; “Insularismo”, su obra cumbre, aparece en 1934; “La actualidad del jíbaro”, en 1935; “El año terrible del 87. Sus antecedentes y consecuencias” en 1937 y “Un hombre de pueblo, José Celso Barbosa”, en 1937.

"Insularismo" se presenta como un diario de navegación, del navegar de Puerto Rico en busca de un puerto, la puertorriqueñidad. Esta interpretación del ser puertorriqueño sacude la atmófera literaria y cultural de país. Un año después, Tomás Blanco -otro erudito de la época-, publica “Prontuario Histórico de Puerto Rico”, como respuesta a Pedreira. Ambas obras se mantienen en polémica a pesar de los años. En la introducción de "Insularismo", titulada muy acertadamente “La brújula del tema”, Pedreira anticipa su defensa diciendo: “La amargura que pueda destilar este ensayo va saturado de esperanzas de renovación".

La obra estudia los factores étnicos que se funden en el puertorriqueño: el amerindio, el español y el africano. “De esta fusión nace nuestra confusión”, dice el autor.

"Insularismo" es una lectura obligada si se trata de mirar el porvenir Puerto Rico de frente; se puede asentir o refutar su contenido, pero siempre forzará una mirada hacia adentro en busca de las raíces verdaderas para poder construir el futuro.

LA HISTORIA EMPIEZA AHORA

"Podeís pensar, jóvenes de mi tiempo, que la historia empieza ahora,
que soís vosotros los llamados a llenarla,
a darle el contenido ideal que todo hombre quisiera para su patria".

Antonio S. Pedreira, Insularismo

sábado, 11 de junio de 2011

Arecibo historico

Anoten en su calendario:
Domingo 7 de agosto del 201,  conmemoracion en Arecibo a los heroes vencedores de la batalla de 1702.
Invitan: Corsarios del Caribe, inc
web: corsarios.multiply.com

martes, 17 de mayo de 2011

17 de mayo de 1898

EL TERROR Destructor-torpedero de la Clase Furor(1) de la Armada Española, llegó a nuestro puerto ( San Juan,Puerto Rico ) procedente de la Martinica, el día 17 de mayo de 1898, por haber sufrido averías.

 Construído en 1896, media 220 pies (67 m) de eslora, pesaba 370 toneladas y desarrollaba una velocidad de 28 nudos. El casco era de acero y tenía 2 hélices. Su armamento estaba constituído por 2 cañones de 75 mm (no los tenía durante su estadía en PR), 2 cañones Nordenfeld de tiro rápido (cañones-revólver) de 57 mm, 2 de 37 mm y 2 tubo
s lanzatorpedos, Whitehead, de 6" (14 cm). Tenía una tripulación de 67 marinos bajo las órdenes del teniente de navío Don Francisco de la Rocha.

Tras ser reparado, en junio de 1898, ante la presencia del crucero auxiliar norteamericano USS Saint Paul bloqueando el puerto de San Juan de Puerto Rico, efectuó una salida junto con el crucero Isa
bel II con intención de dar cuenta de él, pero cuando se encontraba a una distancia óptima para el ataque con torpedos, el Terror sufríó un impacto directo de un proyectil de artillería que aunque no explotó le provocó una vía de agua obligándole a retirarse protegido por el fuego de artillería del Isabel II.

cañon Nordenfeld de tiro rápido de 57 mm

(1) La Clase Furor eran un modelo de destructores de la Armada Española, similares a las unidades de la Clase A, o 27 knotters de la Royal Navy encargados a partir de 1896 por el entonces Ministro de Marina almirante Beránger tras el éxito del diseño realizado por Fernando Villaamil del buque contratorpedero Destructor, que dio nombre a toda una tipología de buques.

viernes, 13 de mayo de 2011

13 de mayo de 1898

Carta sobre el bombardeo de San Juan

Por el Padre Lorenzo Roura, Subdirector de las Hijas de la Caridad de Puerto Rico

Tomada del artículo "Carta sobre la invasión" del semanario católico El Visitante. 3-octubre-1998. p. S2-S3

San Juan de Puerto Rico, 13 de mayo de 1898

Sr. D. Eladio Arnaiz, Presbítero.
Madrid

La gracia de Nuestro Señor sea siempre con nosotros.

Mi respetable y queridísimo P. Arnaiz: Creo ser de mi deber como Subdirector de las Hijas de la Caridad de esta Isla, decir a V. el modo providencial, mejor diré milagroso, como San Vicente nos ha conservado ilesos del espantoso y horrible bombardeo de esta ciudad, llevado a cabo de la manera más inicua e ilegal en la madrugada de ayer por los habitantes del norte de este nuevo mundo, y rogarle si lo juzga oportuno haga pública esta protección del Cielo para gloria de Dios, tranquilidad de nuestras familias respectivas y edificación de tantas almas buenas y devotas de nuestro Santo Fundador.

En la mañana de ayer la escuadra de los Estados Unidos, compuesta de 12 barcos, en la obscuridad de la noche, con las luces apagadas y sigilosamente se colocó muy próxima a los muros del fuerte Castillo del Morro, con banderas españolas según unos y sin insignia alguna según otros, para no ser vistos de los centinelas ni detenidos por nuestra artillería. Ya antes, uno de sus mayores barcos y de 3 chimeneas había estado haciendo maniobras y como alardeando, aunque a mucha distancia, sin bandera y que al ser requerido de su nacionalidad, unas veces la ponía inglesa, otras francesa y otras desaparecía para luego reaparecer burlando la persecución de los nuestros con su mucho andar.

Al romper el día, el centinela observó movimientos sospechosos en los buques de la escuadra; el primer cañonazo, que fue de nuestra fortaleza (Nota 1), pasó casi desapercibido por la comunidad que estaba leyendo uno de los discursos de nuestro Santo Padre, pero unos segundos después y cuando los 12 barcos enemigos dispararon juntos multitud de proyectiles sobre la ciudad, todos y en tropel salimos de la capilla. Comprendí la difícil misión que había de cumplir: Tienen las Hijas de la Caridad cinco establecimientos con vistas al mar y tocando a las baterías sobre que el enemigo hacía fuego, a saber: la Casa Beneficencia que entre niños, niñas, ancianos, ancianas, locos y locas, empleados y hermanas cuenta con cerca de mil almas, el Hospital Militar también muy numeroso, Asilo Municipal con más de 300 acogidos ancianos de uno y otro sexo, el Colegio de San Idelfonso con más de 200 niñas y la casa Escuela de Párvulos, a todas ellas me arrastraba mi corazón pues en todas había para mí seres muy amados y que el Señor me confiara. El "pasce oves meas" resonó en mí corazón. Hice lo mejor que me fue posible, un acto de contricción y en alas de la caridad el sacrificio de mi vida y me fui primero al Hospital Militar, donde después de exhortar a las hermanas, reconciliar al P. Capellán, habiendo al mismo tiempo recibido a dos heridos y estando tomando una taza de café, tembló todo el edificio que parecía desmoronarse y venir abajo: una de las bombas derribó el techo de la capilla donde las hermanas se hallaban en oración y a pesar de haber quedado envueltas entre los escombros no recibieron lesión alguna.

N. E. 1: Según todos los informes, el primer cañonazo fue realizado por el Iowa. Este es el único relato, escrito por un español, en el que se indica que el primer cañonazo lo hicieran las tropas españolas. En su informe a la prensa, el presidente MacKinley acusa a los defensores de San Juan de haber hecho el primer disparo. Por supuesto, ni el sacerdote ni MacKinley eran testigos presenciales del inicio del bombardeo.

Desde el Hospital pasé a la Beneficencia por encima de los escombros de tres casas y por medio de un diluvio de metralla ¡qué espectáculo tan imponente!, P. Arnaiz. Todas las bombas parecía que caían en ella; la familia se metía en los subterráneos, las locas se empeñaban en querer ver lo que ellas llamaban alimeras que les hacía el Padre Celestial; con la excitación el uno decía, que era el mismo Dios que a todos convidaba; el otro, que Jesucristo venía a juzgarles; más tarde determinaron llevarlas al campo; en la calle, la una bailaba, otra insultaba a los transeuntes y la de más allá hacía gestos para mover a risa a los que veía pasar, no sabían donde ir ni hallaban quien las quisiera recibir; porque ¿quién ha de admitir a ochenta locas, furiosas las más, cuando se hacen los mayores sacrificios por deshacerse de uno y tal vez el más querido de la familia? ¡Pobres hermanas, cuánto tienen que padecer en estos días! Dejando todo lo demás en la Beneficencia sucedieron tres cosas portentosas dignas de llamar nuestra atención y de excitar nuestro agradecimiento a la mano providencial del Señor que nos defiende. La primera, es que a Sor Florencia, un proyectil le pasó rozando la cara sin que le hiciera el menor daño, siendo así que dejó hecho añicos cuanto encontró en rededor de la hermana. La segunda fue que una de las bombas que penetró en el departamento de locos destrozó un grueso hierro, derribó una de las paredes y llegó a entrar en la sacristía, y según la dirección hubiera hecho astillas el sagrario, profanando así la sagradas formas; pero no fue así, sino que se detuvo al tocar en la pared de la habitación de la casa del Señor. Esto mirado humanamente se explica diciendo que la fuerza que le impulsaba, cesó; más yo veo en todo esto la mano de Dios, invisible a nuestros ojos; pues en la sacristía, y a muy corta distancia en un paso, y con el sólo roce torció un cáliz. La tercera fue, que como en el mismo edificio se declarase el fuego, los mismos locos, que en su estado normal sólo sirvieran para fomentarlo, le apagaron. Como Sor Ana se encontraba en estado muy grave, la llevaron a Río Piedras, donde temo morirá en día no muy lejano. Con tantos sustos, congojas y trabajos, harto será que no enfermen algunas hermanas. Me propongo tratar a sanas y enfermas con particular esmero.

De la Beneficencia pasé al Asilo Municipal. Aquí el espectáculo era tierno y conmovedor; la protección de San Vicente ha sido marcadísima. Todos los acogidos de uno y otro sexo con las hermanas estaban en la capilla del establecimiento, llorando lo más, y gritando todos a cada disparo: ¡Señor, misericordia! Mientras esto sucedía, una bomba penetró, haciendo un horrible destrozo, en la habitación alta de las hermanas, donde no había ninguna de éstas, pues estaban orando con los asilados en la capilla. En la noche siguiente, y por el boquerón que dejó en la pared a su paso el proyectil se colaron tres ladronzuelos que no pudieron llevarse nada por haber sido oídos.

En Párvulos y San Ildefonso encontré rezando á las hermanas y niñas.

En el Asilo Mutuo que pareció ser el lugar más seguro de la ciudad, también se experimentó la misma especie de protección de nuestro Santo Padre. A los pies de Sor Lucía cayó uno de los trozos de una bomba que en el aire había reventado y que hubiera sido capaz de matar a cuantos encontrara en su trayecto, pero a Sor Lucía no la tocó ni siquiera en el vestido. Padres, hermanas y cuantos a unos y a otros les estaban confiados han salido ilesos en sus personas y en sus cosas. Vea usted, P. Arnaiz; qué grande es la providencia de San Vicente sobre nosotros!

Como ya estábamos de acuerdo con la autoridad militar para encargarnos de los hospitales de sangre que se preparan al efecto, fui a visitarles. Al presente estamos encargados de cuatro hospitales de sangre aunque hay muy pocos heridos.

Los muertos en el bombardeo fueron dos y los heridos 25, de estos ninguno de gravedad.

La Iglesia de San José recibió algunos golpazos pero no creo serán de la trascendencia que al principio se temió.

Ahora podría añadir a ésta, algunos rasgos edificantes de Padres, hermanas, y de la gente puertorriqueña, pero como me parece bastantemente demostrada la paternal asistencia de San Vicente hacia sus hijos e hijas que fue lo que me propuse, sólo añadiré este que el andaluz cree milagro de la Virgen María.

Se trata de un soldado levemente herido, natural de Granada, al despedirse de su madre, esta le dió una medallita y un escapulario, encargándole que siempre que pudiese rezase el Santo Rosario a la Virgen María. La noche del 11 al 12 estaba de centinela y eran tres los encargados de velar para que el de las tres chimeneas no desembarcara gente ni armas como se temía. A la madrugada se retiró y rezó el Santo Rosario. Reunidos luego los tres y a la primera descarga de los yankis, cayó en medio de ellos una granada que en el momento reventó, dejando muerto a uno, mal herido a otro y al granadino con multitud de aqujeros y jirones en sus vestidos, pero en su cuerpo sólo algunas contusiones defectos de la caída, y otras causas de él ignoradas; pues había quedado como muerto. Al volver en sí lo primero fue pensar en Dios a quien se encomendó, y luego en su madre. Ya está bueno casi del todo.

Basta por hoy, Sr. Director y muy querido P. Arnaiz, quiera Dios que ésta llene la satisfacción y alegría a su buen corazón. Aquí nos esperan muchas y grandes cruces. Ojalá seamos todos buenos cirineos.

Suyo en todo atento y seguro servidor que besa su mano,

Lorenzo Roura
Indigno Sacerdote de la Congregación de la Misión 

domingo, 8 de mayo de 2011

novela 'Mercedes' del escritor Jaime L. Marzán Ramos

Isla Negra Editores anuncia la publicación de la novela Mercedes, es una novela histórica que se nutre de la vida y obra de María de las Mercedes Barbudo y Coronado (1773-1849) con tal de ofrecer una posible visión de quien fuera un personaje misterioso, plagado de incertidumbres y muy poco conocido. En la obra, se refleja el recorrido vital de una mujer impulsada por su ideal libertario para el Puerto Rico de su época; una mujer de sólida educación y de pensamiento altamente crítico, osada y comerciante, producto de la Ilustración y de un carácter serio e inquebrantable.
Mercedes comparte el San Juan y el Puerto Rico colonial de Ramón Power y Giralt, José Campeche, de los hermanos O'Daly, de Juan Alejo de Arizmendi, José de Andino, de Alejandro Ramírez, de Ramón de Castro y Gutiérrez y Miguel de la Torre y Pando. Por sus ideales independentistas, Mercedes fue arrestada, juzgada y desterrada a Cuba. De allí -sin saberse cómo-, pasa a Santo Tomás y posteriormente a Venezuela donde se une al movimiento libertador de Simón Bolívar aprovechando la amistad que le unía a José María Vargas, destinado a ser Presidente de la República de Venezuela.

Jaime L. Marzán Ramos fue publicista, profesor y, hoy, escritor. Completó su Bachillerato en Humanidades y completó los créditos conducentes a la Maestría en Comunicaciones en la Universidad de Puerto Rico. Trabajó como Director Creativo en agencias publicitarias de Nueva York, Ecuador y Puerto Rico, así como en su propia agencia en Caguas, P.R. También impartió clases de Publicidad y Comunicaciones en las universidades del Turabo y Sagrado Corazón. En el 2008 completó una Maestría en Creación Literaria en la USC; actualmente, es candidato al Doctorado en Estudios Hispánicos en la Universidad de Puerto Rico en Rio Piedras.

En el 2007 ganó el Primer Premio en el Primer Campeonato Mundial del Cuento Corto Oral y representó a Puerto Rico en el Segundo Encuentro de Escritores y Poetas en la ciudad de Bambamarca, en Perú. Sus cuentos han sido publicados en Perú, Ecuador, Brasil y en varios rotativos en Puerto Rico. En el 2010, su primer libro de cuentos, Equus Rex, fue galardonado como Finalista por el International Pen Club de PR.

Mercedes es su primera novela y puede adquirirse en las principales librerías del País

jueves, 14 de abril de 2011

Don Ricardo Alegría

Ricardo Alegría  
Antropólogo, Arqueólogo e Historiador
Fecha de nacimiento: 14 de abril de 1921
Lugar: Viejo San Juan, Puerto Rico

 " La cultura universal consiste en las mejores expresiones de las culturas nacionales".Ricardo Alegría

Más que un historiador y un arqueólogo, don Ricardo Alegría es uno de los grandes responsables de la conservación del patrimonio cultural que los puertorriqueños tanto atesoramos hoy. Con su trabajo, don Ricardo ha sabido ser eje de estímulo y promoción artística de la cultura del País. Revivió costumbres nativas, llevó a nivel didáctico expresiones que hasta entonces se consideraban folclóricas, amplió el panorama artesanal y logró revalorizar la importancia de edificaciones coloniales y monumentos del País.
Fue el primer director del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Actualmente es Director del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Es un antropólogo, arqueólogo, historiador, promotor, educador y defensor de la cultura puertoriqueña.

Hijo del periodista, abogado, político y fundador del Partido Nacionalista José S. Alegría. Hizo sus estudios primarios y secundarios en las escuelas del Viejo San Juan. Mientras estudiaba su bachillerato en la Universidad de Puerto Rico  (U.P.R.) en 1942, el también antropólogo, formó junto a Yamil Galib el primer Consejo de Estudiantes de la institución y creó la fraternidad Alpha Beta Chi para acabar con el prejuicio racial que tenían las otras. Además de su bachillerato en Arqueología cuenta con una maestría de la Universidad de Chicago en Antropología e Historia en 1947 y un doctorado en Antropología de la Universidad de Harvard en 1954. Además tiene un certificado en museografía del Museo de Historia Natural de Chicago.

Cuando en 1955 se creó el Instituto de Cultura Puertorriqueña, tal acción fue muy criticada por algunos sectores. Un profesor norteamericano de historia, Danel Borstein, escribió un artículo negando la existencia de una cultura puertorriqueña. La junta de directores del recién creado instituto nombró a Alegría como su director, quien mereció el más sólido respaldo de los grandes escritores, artistas e intelectuales de entonces. Por su excelente labor al mando del Instituto de Cultura, muchos pudieron darse cuenta de que en efecto Puerto Rico sí tiene cultura. Mientras dirigía dicho instituto, realizó una ingente labor creando museos, festivales típicos, revivió el cuatro puertorriqueño que estaba casi olvidado, organizó centros culturales en los pueblos, rescató y puso a la disposición del pueblo el Centro Ceremonial indígena en Utuado, entre otros. En fin, Ricardo E. Alegría revivió un sinnúmero de costumbres nativas que hasta ese entonces solo se consideraban folclóricas. También logró ampliar el panorama artesanal y revitalizar la importancia de edificaciones coloniales y monumentos en Puerto Rico. Las zonas históricas de municipios puertorriqueños como San Juan y Ponce permanecen intactas gracias a su labor. En honor a su inmensa aportación a la cultura puertorriqueña, el Departamento de Educación dedicó al Dr. Ricardo E. Alegría La Fiesta Nacional del Idioma Español (22 al 28 de abril del 2007)

Entre sus numerosas publicaciones se encuentran:

    * La población aborigen antillana y su relación con otras áreas de América (1948)
    * Historia de nuestros indios (1950)
    * Mi primer libro de Puerto Rico
    * La Fiesta de Santiago Apóstol en Loíza Aldea (1954)
    * Cuentos folclóricos de Puerto Rico (1967)
    * La vida de Cristo según el santero E. Florencio Cabán
    * Los renegados.
    * Cacicazgo entre los aborígenes de las Indias Occidentales (1947)
    * Descubrimiento, conquista y colonización de Puerto Rico, 1493-1599. (1969)
    * El fuerte de San Gerónimo de Boquerón
    * Juan Garrido, primer negro conquistador

Diversas revistas especializadas del país y del exterior, principalmente en Estados Unidos, México y Cuba, han publicado sus artículos sobre arqueología y folclore de Puerto Rico. Dirigió el programa para la conservación y restauración de los monumentos y zonas históricas de Puerto Rico.

Entre los monumentos restaurados bajo su dirección se encuentran el Centro ceremonial de los Indios de Utuado, las Ruinas de Caparra y el Castillo de San Jerónimo. Es miembro corresponsal de la Academia Mexicana de la Historia. 

viernes, 8 de abril de 2011

Dr. Ramón Emeterio Betances y Alacán

El Dr. Ramón Emeterio Betances y Alacán El 8 de abril de 1827, nació en Cabo Rojo el Padre de la Patria, Don Ramón Emeterio Betances, hijo de Doña María del Carmen Alacán y Don Felipe Betances Ponce. 
Fue uno de los artífices de la insurrección armada conocida como el Grito de Lares. Se le conoce como el "Padre de la Patria" (puertorriqueña) y el "Médico de los Pobres".  Betances estudió escuela elemental y secundaria en escuelas privadas donde sólo asistían hijos de miembros de la sociedad élite de esa época. Su padre lo envía a estudiar a Toulouse, Francia, durante su adolescencia, luego de la muerte de su madre.

En 1846, Betances obtuvo grados de bachillerato en Letras y Ciencias y en 1848 ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de París. En 1853, se graduó de la universidad de esta ciudad con títulos de doctor en medicina y cirugía.

En el año 1848, Betances participó en la revolución del 24 de febrero que implantó la Segunda República Francesa. Selló así su "compromiso de solidaridad con las causas justas."
Además de su dedicación al estudio de la medicina, Betances no descuidó las letras publicando importantes ensayos y varias novelas, De otra parte, participó junto a Alejandro Tapia y Rivera, Román Baldorioty de Castro, José Julián Acosta y Segundo Ruiz Belvis en la Sociedad Recolectora de documentos históricos de la Isla de San Juan Bautista de 1851 cuyos trabajos culminaron en la creación de la Biblioteca Histórica de Puerto Rico.

En enero de 1855 defendió su tesis doctoral sobre las causas del aborto. Luego de terminar sus estudios, regresó a Puerto Rico.

Una vez en Puerto Rico, Betances funda un hospital en la ciudad de Mayagüez (en el oeste de Puerto Rico). Su prioridad fue salvar puertorriqueños de la epidemia de cólera  presente para el 1856. Durante esa época tuvo su primera confrontación con las autoridades españolas ya que su prioridad no era proveer tratamiento médico a pacientes de cólera que fuesen oficiales o militares nacidos en España. Betances también ayudaba y donaba dinero a los pobres, por lo que se le conocía como el "Médico de los Pobres".

Betances creía en la abolición de la esclavitud y fundó la sociedad secreta abolicionista, una organización clandestina dedicada a liberar niños esclavos a través del sacramento católico del bautismo. Este evento, también conocido como "aguas de libertad", se llevaba a cabo en la catedral de Mayagüez. Cuando se bautizaba a un niño, Betances le daba dinero a sus padres, los cuales utilizaban al dinero para comprar la libertad.

El gobierno español, quien regía sobre Puerto Rico, desterró a Betances y lo envió al exilio.

De 1858 a 1869 fue desterrado de Puerto Rico en tres ocasiones, expulsado de Santo Tomás (hoy Saint Thomas) dos veces y una de Santo Domingo.

Su primer destierro respondió a la fundación de una sociedad abolicionista en el oeste de la isla. El segundo destierro, en 1864, fue producto de la intervención militar de España en Santo Domingo. La última expulsión en 1867, tomó como excusa el amotinamiento de los soldados del Primer Batallón de Artillería de San Juan ocurrido el 7 de junio, con el cual Betances se alega no tuvo relación alguna.
Dr. Ramón Emeterio Betances a la edad de 40 años.

Betances y otro desterrado, Segundo Ruiz Belvis, se fugaron y trasladaron a Nueva York clandestinamente. Junto a José Francisco Basora se institucionalizó el Comité Revolucionario de Puerto Rico, organismo rector del proceso insurreccional que culminó en el Grito de Lares.

En noviembre de 1867, Betances se encuentra en Santo Tomás donde produce su Proclama de los Diez Mandamientos de los Hombres Libres.

Betances, desde el exilio, organiza y dirige un movimiento armado contra el gobierno español el cual iba a tomar lugar el 29 de septiembre de 1868. Debido a que las autoridades españolas descubrieron el plan, la fecha se adelantó al 23 de septiembre. Betances, quien coordinaba el suministro de armas, no pudo lograr que las éstas llegaran para la nueva fecha. Esto fue una de las causas principales por las cuales el movimiento, conocido como El Grito de Lares, fuera derrotado por las autoridades españolas.

Expulsado en 1869 de Santo Tomás, se estableció en Nueva York donde utiliza el seudónimo de El Antillano en sus artículos en el periódico La Revolución.

Las reformas de 1869 a 1873 en la isla, desde la fundación de partidos políticos hasta la abolición de la esclavitud negra y la desintegración del trabajo servil, producen una nueva coyuntura. Ante ésta, el liderato separatista opta por consagrar a la Guerra de los Diez Años de Cuba los recursos y armamentos pertenecientes a los patriotas puertorriqueños. Para Betances, la lucha por la independencia de Puerto Rico estaba estrechamente ligada a la lucha por la independencia de Cuba. Betances expresaba: "trabajar por una es trabajar por la otra."

A finales de 1871 regresa a Francia y en 1874 publica su ensayo político Cuba, en el cual combate las ideas anexionistas de la época, además de explicar las causas de la Guerra de los Diez Años. Sus palabras no han perdido vigencia:
En resumen, es incontestable que el gobierno de Washington en esta cuestión, no se ha dejado guiar nunca por el interés de las Antillas, sino por las ventajas que a su unión a la América del Norte ha de procurarle.

La esclavitud en Puerto Rico se abolió el 22 de marzo de 1873.

En abril de 1875 se trasladó de Haití a Puerto Plata, República Dominicana, donde coincidió con Eugenio María de Hostos. Laboraron conjuntamente un proyecto sedicioso, que sería frustrado por otro de los tantos Judas de nuestra lucha de liberación. Hostos partió a Nueva York. Betances volvió a Francia y se reintegró a la práctica de la medicina, a la investigación y la experimentación médica. Publicó además varias monografías científicas y artículos periódicos. En 1880, Betances fue nombrado Primer Secretario de la Legación de la República Dominicana en Francia. Durante esta época se opuso intensamente a las pretensiones de convertir a Haití en un protectorado francés o norteamericano. Alertó Betances sobre las implicaciones de este atentado contra la integridad territorial de las antillas.

En sus últimos años, dedicó su apostolado a servir la causa cubana. Ocupó el cargo de Delegado del Partido Revolucionario Cubano (1895). Desarrolló múltiples tareas revolucionarias, incluyendo gestiones diplomáticas con otros países europeos, la creación de organismos europeos de solidaridad con la revolución cubana, compra y acarreo de armas para el ejército libertador, recaudación de recursos económicos, y otras.
Mis sufrimientos. mi edad, mis tristezas me obligan ya y exigen todo el esfuerzo de mi pecho para no cederles.

Luego de una larga y dolorosa agonía ocasionada por su salud decadente, Betances falleció en Francia el 16 de septiembre de 1898, a los setenta y un años (71) de edad, junto a su compañera de los últimos 35 años, Simplicia Isolina Jiménez Carlo. Dos décadas más tarde, el Partido Nacionalista de Puerto Rico, bajo la presidencia de José Coll y Cuchi, logró convencer a la asamblea legislativa de Puerto Rico que aprobara un acta que permitía transferir los restos mortales de Betances a Puerto Rico. Los restos mortales de Betances llegaron a San Juan, Puerto Rico, el 5 de agosto de 1920, y una caravana organizada por el Partido Nacionalista transfirió los restos desde San Juan al pueblo de Cabo Rojo, donde fue sepultado.

 El gobierno francés galardonó a Betances con la Legión de Honor por sus contribuciones a la medicina y literatura.

jueves, 31 de marzo de 2011

Piñones 1797-2011


Conmemoracion y recreacion historica de la
victoria criolla de 1797. 
Domingo: 17 de abril del 2011; 10:00 am
PUNTO DE EN ENCUENTRO: Centro ecoturistico de Piñones (inmediato a la derecha al cruzar el puente de Boca de Cangrejos) Asistir en vestuario de epoca sigloXVIII

jueves, 24 de marzo de 2011

24 de marzo de 1897 Intentona de Yauco

En 1896, un grupo de yaucanos que creían en la total independencia de Puerto Rico unieron fuerzas y se reunieron en el barrio Barinas de Yauco donde iniciaron los planes para derrocar el gobierno. El grupo estaba liderado por don Mateo Mercado y don Antonio Mattei Lluberas, un rico hacendado del cultivo de café. Ese mismo año durante el mes de diciembre, la Guardia Civil local descubrió las intenciones de los revolucionarios arrestando todos envueltos, además de Mercado y Mattei, fueron arrestados Darío y Carlos Franchesi y Emiliano Lavergue, sin embargo fueron liberados y regresaron a sus hogares. En el 1897, Mattei Lluberas le hizo una visita al Comité Revolucionario Puertorriqueño en la ciudad de Nueva York. Ahí se reunió con Ramón Emiterio Betances, Juan de Mata Terreforte y Aurelio Méndez Martínez, y juntas procedieron a planificar una revuelta mayor. El levantamiento estaría bajo la dirección de Betances, organizada por Méndez Mercado y las fuerzas armadas estarían a cargo del General Rius Rivera, que en ese momento se había unido a la causa de José Martí por la independencia de Cuba como miembro de Ejército de Liberación de Cuba. Rius Rivera era el Comandante en Jefe del Ejército de Liberación de Cuba en el oeste.
De acuerdo al plan, Mattei Lluberas adquirió 30,000 machetes que serian distribuidos entre los rebeldes. Mattei Lluberas regresó a Puerto Rico con una Bandera Puertorriqueña (hasta ese momento la Isla no había tenido su propia bandera) y continuó con los planes de la revuelta con su grupo. Los hermanos Budet Rivera establecieron un campamento de entrenamiento para insurgentes en la finca de Guillermo Velazco. Los camaradas rebeldes, Gerardo Forest Vélez y Agustín F. Morales (Morales era general del Ejército de la República Dominicana), estaban a cargo de la propaganda y viajaban por la Isla buscando apoyo por la causa. El cubano revolucionario Tomás Estrada Palma, ofreció una contribución de 500 rifles con medio millón de municiones y su camarada un navío a vapor con una fuerza invasora de 200 hombres bajo el comando del General Agustín F. Morales. Todo estaba preparado para comenzar en el mes de diciembre.

La situación política de Puerto Rico en ese momento era muy distinta a la de 1868, cuando el "Grito de Lares" se llevó a cabo. Luis Muñoz Rivera y su Partido Autonomista habían firmado un pacto con Práxedes Mateo Sagasta, líder del Partido Liberal Español, que establecía si él (Sagasta) y sus liberales asumían el poder de España, él le concedería la autonomía a Puerto Rico. Razón por la cual los líderes de Puerto Rico temían que cualquier movimiento pro independencia de la Isla amenazaría su causa, y en vez de concederla a la Isla más autonomía, a la Isla se le daría un trato severo de parte de las autoridades de Españolas. Así que, cuando el alcalde de Yauco Francisco Lluch Barreras supo de los rumores de los planes de la revuelta, inmediatamente notificó al General Sabas Marín González, gobernador  de la Isla.

Fidel Vélez, un nativo de Sabana Grande  y líder separatista, supo que los españoles sabían de sus intenciones e inmediatamente se comunicó con Mattei Lluberas y otros líderes. Temiendo que todos pronto serian arrestados, exigió que la rebelión comenzara inmediatamente y no en diciembre. En la discusión que le siguió a su reclamo, los otros líderes no estuvieron de acuerdo con él, temiendo que tal acción terminaría con el mismo resultado del "Grito de Lares".

Adelantándose el 24 de marzo de 1897, Fidel Vélez y sus hombres se reunieron en Sasua Arriba, en las afueras de Yauco. Izaron por primera vez la Bandera Puertorriqueña en suelo Boricua y marcharon hacia el pueblo. Su plan era atacar las barracas de la Guardia Española Civil con la intención de ocupar las armas y municiones que allí se almacenaban. Su intento fue en vano, cuando llegaron al lugar los españoles los esperaban y habían tomado posiciones y los emboscaron. Hubo una escaramuza que concluyó rápidamente con retroceso de los rebeldes. En marzo 26 hubo otro intento por un grupo liderado por José Nicolás Quiñones Torres y Ramón Torres donde trataron de batallar con los españoles en un barrio llamado "Quebradas" de Yauco, sin embargo, también fracasó el intento. Más de 150 rebeldes fueron arrestados, acusados de varios crímenes en contra del estado y puesto bajo encarcelamiento en la ciudad de Ponce. Vélez huyó a San Tomás, donde vivió en el exilio, Mattei Lluberas fue al exilio en la ciudad de Nueva York y se unió a un grupo llamado la Comisión Puertorriqueña.