jueves, 9 de diciembre de 2010

Historias en torno a la Rogativa

Las Fiestas de Cruz, se originan en España y cuenta la tradición que se empezaron a celebrar en Puerto Rico tras la Isla haber sido sacudida por un terremoto el 3 de mayo de 1787(20 dias antes habia sido azotada por un huracan). Ese día se hallaron los restos de una cruz y los pobladores comenzaron a elevar plegarias y cantaron para que Dios los librara de aquel terrible mal. Con música se hicieron los rezos a la Santa Cruz.
 Diez años despues (1797) los britanicos sitian San
Juan; esta es la historia:
La invasión británica a Puerto Rico de 1797
Relato tomado de "Memorias geográficas, históricas, económicas y estadísticas de la isla de Puerto Rico" Tomo 3, escritas por Don Pedro Tomás de Córdoba en la década de 1830.

Al amanecer del 3 no se avistò otro buque que una fragata que permanecia como bloqueando el puerto. Se recogieron 4 dispersos de los ingleses.

De acuerdo con el Sr. Obispo se dispuso cantar en la Sta. Iglesia Catedral un solemne Te-Deum con misa y sermon que predicó el mismo Sr. Obispo, en accion de gracias al Todo Poderoso por los auxilios de ánimo que prestó en tan críticas circuntancias á todos los defensores de la plaza y á los habitantes de la Isla que volaron á su socorro. Para que á un acto tan religioso y justo asistiesen todos á manifestar general y particularmente el reconocimiento debido al Dios de los Ejércitos con el fervor que á cada cual dictase su cristiano corazon, se publicò en la ciudad dicha disposicion, y el ejército concurrió en la forma siguiente.

Toda la guarnicion franca formó en batalla á las siete de la mañana de este dia en el campo de nuestra línea, y pasando al de columnas, emprendió la marcha en este orden. Formaban á la cabeza un cabo y ocho dragones, seguidos de dos piezas de campaña con la correspondiente dotacion de artilleros: á corta distancia iba el General del ejército á caballo, en uno de los que dejó el enemigo, y se creia corresponder al general Albercombry, lo acompañaban todos los gefes de la plaza, comandante de marina, edecanes y ayudantes; seguia inmediatamente el cuerpo de franceses con su comandante D. Agustin París y sus ayudantes; una compañia del regimiento fijo con la música; el comandante del puente de San Antonio, ingeniero ordinario D. Ignacio Mascarò con los oficiales y guarnicion de aquel fuerte, tremolando el mismo pabellon que tan valerosamente habia defendido, y en el que se manifestaban los balazos que recibió en aquel puesto: el comandante del castillo de S. Gerònimo teniente coronel D. Teodomiro del Toro con los oficiales y tropa de aquella guarnicion y artilleros franceses que sirvieron en aquel puesto con su comandante Mr. Varron, capitan corsario de la república, tremolando igualmente el pabellon que con tanto denuedo habian defendido, y en el cual se notaban los balazos que le pasaron; toda la milicia urbana que entró al servicio de los pueblos de la Isla, cerrando la columna la milicia disciplinada de infantería y dos cañones de campaña en el mismo orden que los de vanguardia y por último tres compañias de caballería.

En este orden llegó la columna á la plaza de la Catedral formando á su frente en el orden de batalla, á cuyo tiempo se incorporó en ella el capitan de puerto teniente de fragata D. Juan Hurtado, con todo el cuerpo de su mando y la bandera de una de las baterías flotantes.

Se introdujeron en la Iglesia los referidos pabellones triunfantes y se colocaron en el presbiterio durante la funcion. Se hizo una salva triple en los tiempos acostumbrados, principiándola las piezas de campaña, en seguida todo el ejército, é inmediatamente toda la artillería de la plaza y flotantes. Concluido un acto tan piadoso como cristiano se retiraron las tropas á sus destinos, quedando las banderas en la Catedral para colocarlas en la cornisa como trofeos de la gloria de esta plaza en su defensa contra los ingleses.

La grata sensacion que causó la vista del ejército vencedor con los pabellones traspasados á balazos al lado de los valientes gefes que dirigieron la defensa, y la del mismo ejército que con tanto valor, constancia y bizarria la defendieron en honor y gloria de las armas españolas, conmovió tiernamente los corazones de todos, y rebosando en sus semblantes el júbilo y el gozo mas espresivos, prorrumpieron en aclamaciones, repetidos vivas y otras fieles demostraciones de contento y alegría.

web: http://www.fortunecity.com/victorian/churchmews/1216/Invasion1797.html



4 comentarios:

  1. El día 3 del corriente mes en reconocimiento y gratitud a su piedad sin límites, se ha cantado solemnísimamente en acción de gracias, el Te Deum, con Misa y Sermón que predicó el Ylustrísimo Señor Obispo en esta Santa Yglesia Catedral. Monté en uno de los caballos recogidos entre los despojos del enemigo que se decía ser del General Abercromby, y puesto a la caveza de todo mi Exército, que se formó en línea de nuestro campo en el órden de Batalla, le conduge en el de columna con los Cañones de Campaña, Vanderas y Comandantes triunfantes de los Castillos, según por menor expresa el Diario, hasta el frente de dicha Santa Yglesia Cathedral en donde bolvió a su primera formación, y colocando aquellas vanderas en el Presbiterio, como tributo al Señor Dios de los Exércitos, el triunfo conseguido, se dió principio ala función dispuesta. En su oportuno tiempo, el Exército formado y la Artillería de todos los Castillos y Recintos, con la Tropa de su guarnición, hizo la correspondiente triple salva. Fue innumerable el concurso de todo el Pueblo que asistió a este religiosos acto, precedido de repetidos vivas y aclamaciones que demostraban el júvilo, contento y alegría de todos estos fieles y leales vasallos, por la gloria adquirida en obsequio y honor del Soberano y de esta Ysla. Un Exército numeroso, provisto de quanto él ante, tiene descripto para prevenir y formar un sitio, fue derrotado. Estaba sembrado el campo enemigo de cuerpos muertos, cuyo número, con el de heridos, se calcula llegue asta dos mil, inclusos doscientos noventa Prisioneros y Desertores que entraron en esta Plaza. A fin de que aquellos no infestasen la atmósfera y contagiaran esta Ciudad por hallarse a barlovento de ella, he mandado que pasasen cién hombres a las órdenes de los Alcaldes ordinarios y dos Regidores a sepultarlos o cubrirlos con cal y arena hasta sofocar el fetor que despedían. Y, por ultimo, auyentado el sitiador con vilipendio por unas tropas sin disciplina, o muy poca, cual es a la verdad regular en un fixo compuesto casi todo de reclutas y en las Milicias; se embarcó precipitadamente: http://www.fortunecity.com/victorian/churchmews/1216/CartaRamonDeCastro.html

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  2. Carta del Brigadier Don Ramón de Castro, Gobernador, Intendente y Capitan general de la plaza é Isla de Puerto-Rico, a su Majestad el Rey relatando los hechos ocurridos durante la invasión británica de 1797: http://www.fortunecity.com/victorian/churchmews/1216/CartaRamonDeCastro.html

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  3. Mayo 2, 1787: Un terremoto que se sintió fuertemente en toda la isla, se reportaron daños de todos lados, excepto en el Sur. En la isleta de San Juan hubo daños considerables y se derrumbaron varias estructuras (DH, según informes del Cabildo de San Juan, 1787). Se agrietaron las paredes de la Iglesia Guadalupe en Ponce (G). TERREMOTOS SIGNIFICATIVOS EN LA ZONA DE PUERTO RICO: http://www.prsn.uprm.edu/Spanish/informacion/sisnotas_sig.php

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